Querida comunidad:
Como Asociación Chilena de Coaches Ontológicos de Chile, (Accop) les queremos expresar nuestra profunda solidaridad ante los acontecimientos que han afectado a nuestro país y a la ciudadanía.
A la vez, queremos hacer un llamado, sobre todo, a reforzar tanto el rol social de quienes ejercen y le dan vida al coaching ontológico como el valor de la disciplina en sí. Para ello, nuestra invitación es a abordar estos acontecimientos desde una perspectiva integradora que legitime a todas las partes involucradas, siendo promotores de la dignidad y el respeto, tanto desde el protagonismo para elegir como del desarrollo de consciencia que nos permita un mayor nivel de entendimiento.
Como Asociación nos convoca el poner a disposición nuestra disciplina al servicio de la sociedad, por lo que nos hemos reunido a conversar cómo, desde qué instancias y en qué velocidad podemos ser un aporte para acompañar a las personas, coaches o no coaches, en escuchar activamente con empatía y respeto, el sentir emocional que estamos viviendo como individuos y sociedad, para detenernos a constatar los daños, de no sólo estos días de revuelta, sino de años en que podemos haber sido indolentes con nosotros mismos y la sociedad, en piloto automático, normalizando cosas que no contribuyen a la sociedad que soñamos.
Asimismo, como un espacio de validación del mundo emocional, quienes somos parte del directorio, al igual que la mayoría de los chilenos, queremos reconocer que hemos transitado por una diversidad de emociones y solidarizamos con el dolor que muchas personas están sintiendo en Chile.
Y los invitamos a reflexionar sobre ¿cuánto de lo que yo hago afecta lo que está pasando? Y conectarnos con el sentido de la vida y el bienestar de todos, para mantener una sana convivencia entre los chilenos.
Sintiendo y validando todo aquello, al mismo tiempo hemos elegido poner foco en la esperanza y la serenidad interior para encontrar un lugar de imparcialidad que nos permita conectar con ese espacio de servicio tan vivo que habita dentro de cada uno de nosotros y, así, abordar estos momentos de la mejor manera posible. Para ello, hemos necesitado conectar antes y de manera profunda, con las bases de nuestra disciplina, para luego desafiarnos a poner todos sus fundamentos y su esencia, hoy más que nunca, al servicio del mundo.
Nos referimos, por ejemplo, a la apertura, a la compasión y a la legitimación del otro más allá de toda diferencia; a un actuar ético que en el ejercicio mismo busca ser amoral, por lo tanto, no emite juicios. Asimismo, a otras tantas luces de nuestra profesión respecto a las cuales tenemos la firme convicción que hoy pueden contribuir a generar un faro de esperanza en el contexto actual que vivimos en nuestro país.
La paz la construimos todos, conviviendo cada minuto desde la diversidad y el hacernos cargo de nuestro entorno, humano, social, íntimo. Cada palabra y cada gesto que hagamos hoy sirve para avanzar en esa construcción de la vida. Desde nuestra práctica como Coaches Ontológicos y desde la riqueza que la ontología del lenguaje nos ofrece, podemos ver el conjunto dinámico de condiciones que condujo a este punto de quiebre social.
Por ello, invitamos a poner al servicio, desde la máxima generosidad, los recursos con que cada uno cuenta como coach ontológico, para construir, así, mancomunadamente el mayor bien para todos, desde una mejor sociedad, más equitativa en todos los ámbitos, y reconectada con el amor.
Tenemos plena confianza de que cada uno de quienes somos parte de esta comunidad daremos lo mejor de nosotros mismos al servicio de aquello.
Fuente: Directorio Accop